Freddie Mercury y sus gatos: El secreto detrás del amor más puro del líder de Queen

En los años ochenta, mientras el mundo entero vibraba con la energía de sus conciertos, Freddie Mercury encontraba paz en la compañía silenciosa de sus felinos. Una imagen vale más que mil palabras: el legendario vocalista de Queen recostado en su cama, tomando sopa rodeado de sus fieles compañeros gatunos, revela una faceta íntima que pocos llegaron a conocer.

Freddie Mercury compartió su vida con al menos diez gatos a los que consideraba su verdadera familia, llamándolos por teléfono durante sus giras y dedicándoles incluso una canción en el último álbum de Queen.

Índice
  1. La familia felina de Garden Lodge
  2. Delilah: la musa de cuatro patas
  3. Llamadas de larga distancia: un amor sin fronteras
  4. El legado gatuno tras su partida
  5. El refugio que encontró lejos de los reflectores

La familia felina de Garden Lodge

Dorothy, Tiffany, Tom, Jerry, Delilah, Goliath, Lily, Miko, Oscar, Romeo. Estos nombres no pertenecen a una banda musical, sino a los diez gatos que acompañaron a Freddie Mercury a lo largo de su vida. Cada uno tenía su personalidad única y un lugar especial en el corazón del artista.

"Mercury trataba a los gatos como si fueran sus propios hijos. Sus gatos eran su familia", reveló Peter Freestone, asistente personal de Mercury durante años, a The Washington Post.

A diferencia de las mascotas comunes, los felinos de Mercury disfrutaban de privilegios dignos de una estrella de rock. Tenían sus propias habitaciones en su mansión londinense, recibían comida especialmente preparada (pollo y pescado frescos en lugar de alimento comercial) y hasta tenían calcetines navideños personalizados cada diciembre.

¿Por qué gatos y no perros? Según Freestone: "Simplemente amaba a los gatos. Sentía que los gatos eran mucho más independientes que los perros y estaba muy feliz de que sus felinos lo hubieran elegido como su amo".

Delilah: la musa de cuatro patas

Entre todos sus amigos peludos, existía una favorita indiscutible: Delilah. Una gata tricolor que inspiró una de las composiciones más personales del artista.

Delilah, el gran amor de Freddie Mercury.

En el álbum "Innuendo" (1991), el último lanzado con Mercury en vida, la banda incluyó "Delilah", una canción de amor dedicada completamente a su felina preferida. Brian May, guitarrista de Queen, incluso tuvo que utilizar un talk box para reproducir maullidos en la grabación.

Las letras revelaban la relación especial que mantenían: "Te acurrucas y duermes junto a mí, y luego me pones un poco loco cuando orinas en mi sofá Chippendale". Una declaración de amor incondicional que pocos artistas se atreverían a plasmar en una canción.

Llamadas de larga distancia: un amor sin fronteras

Uno de los aspectos más conmovedores de la relación de Mercury con sus gatos era su dedicación incluso durante las giras mundiales con Queen. Según múltiples testimonios, el cantante llamaba regularmente a su casa para hablar con sus mascotas.

"Mercury llamaba a casa a menudo mientras estaba de gira y pedía hablar con sus amados gatos", relató Freestone. Es fácil imaginar al artista, después de electrizar a miles de personas en un estadio, sentado en la habitación de su hotel conversando con sus gatos a través del teléfono.

Esta dedicación no era un simple capricho. Para Mercury, quien vivía constantemente bajo el escrutinio público, sus gatos representaban una conexión con la normalidad y el afecto genuino que a veces escaseaba en el mundo del espectáculo.

El legado gatuno tras su partida

Cuando Mercury falleció en 1991, dejó instrucciones claras sobre el futuro de sus queridos compañeros. En su testamento, designó a Mary Austin, su expareja y amiga más cercana, como la principal heredera de su fortuna y la encargada de cuidar a sus gatos.

Tras su muerte, algunos gatos fueron reubicados. Romeo, descrito como un felino violento que no podía convivir con otros gatos, fue trasladado a un hogar donde pudiera ser el único residente. Oscar, traumatizado por Romeo, escapó poco después del funeral de Mercury, aunque afortunadamente fue encontrado días después y readoptado por Mary Austin.

Tom, Jerry y Tiffany permanecieron bajo el cuidado amoroso de Mary Austin hasta el final de sus días. Este gesto final demuestra cuánto significaban estos animales para Mercury, asegurándose de que estuvieran protegidos incluso después de su partida.

El refugio que encontró lejos de los reflectores

La imagen de Freddie Mercury tomando sopa en su cama, rodeado de gatos en 1987, nos muestra un contraste fascinante con su persona escénica. Mientras en el escenario era una fuerza imparable que comandaba estadios enteros, en la intimidad de su hogar encontraba paz en la simplicidad de compartir su espacio con criaturas que lo amaban sin condiciones.

Para alguien que vivía constantemente bajo el escrutinio público, los gatos ofrecían un refugio de autenticidad. No les importaba si era Freddie Mercury, la superestrella del rock, o simplemente Freddie, el humano que les daba de comer y los acariciaba.

Como dijo un trabajador de la funeraria que atendió el cuerpo de Mercury: "Los gatos se sientan en algún lugar entre este mundo y el siguiente". Quizás esa cualidad enigmática y misteriosa fue lo que atrajo tanto a Mercury hacia ellos.

Tres ideas clave sobre Freddie Mercury y sus gatos:

  1. Los gatos representaban para Mercury una familia elegida que le brindaba amor incondicional lejos del escrutinio público.
  2. Su dedicación iba más allá de lo común: les llamaba durante giras, les dedicó música y aseguró su bienestar tras su muerte.
  3. La relación con sus felinos muestra una faceta vulnerable y tierna del artista, contrastando con su personalidad escénica.

Mary Austin, quien introdujo los primeros gatos en la vida de Freddie, continúa a sus 72 años compartiendo ese amor por los felinos que una vez unió su vida con la del legendario cantante.

La próxima vez que escuches a Queen, quizás puedas imaginar a Freddie Mercury no solo como el icónico frontman que conquistó el mundo, sino también como el hombre que encontraba su mayor felicidad en los ronroneos de Delilah y compañía.

Bibliografía:

  • Freestone, P. (Citado en varios artículos). Testimonios sobre Freddie Mercury y sus gatos.
  • Open Culture (2019). Meet Freddie Mercury and His Faithful Feline Friends.
  • Sotheby's (2023). Feline Groovy: The Cats of Garden Lodge.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir
Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.
Privacidad